La colocación de SATE en fachadas es una de las mejores soluciones para mejorar el aislamiento térmico de un edificio. Con este sistema, se reduce la pérdida de calor en invierno y se mantiene el frescor en verano, lo que se traduce en un ahorro considerable en la factura energética. Pero, ¿cómo se instala correctamente el SATE? ¿Por qué es clave contar con profesionales especializados? Y, sobre todo, ¿realmente merece la pena esta inversión? Si tienes dudas, aquí encontrarás toda la información que necesitas. Te explicamos, paso a paso, cómo se instala el SATE, qué beneficios aporta y cómo mantenerlo en perfectas condiciones a lo largo del tiempo.
¿Qué es el SATE y por qué es importante en fachadas?
El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) consiste en la aplicación de un material aislante en la parte exterior de la fachada de un edificio. Este aislamiento se cubre con capas de protección y un acabado estético que no solo mejora la eficiencia energética del inmueble, sino que también renueva su apariencia.
Beneficios clave del SATE
Ahorro energético
Reduce la necesidad de calefacción y aire acondicionado, disminuyendo las facturas de luz y gas.
Mayor confort
Mantiene una temperatura estable en el interior del edificio, eliminando puntos fríos o zonas sobrecalentadas.
Protección estructural
La fachada queda más protegida frente a agentes climáticos como la lluvia, el viento o el sol.
Reducción de ruidos
Mejora el aislamiento acústico, creando espacios más tranquilos.
Mayor vida útil del edificio
Previene la aparición de humedades, fisuras y deterioro prematuro de la fachada.
Proceso de colocación de SATE en fachadas paso a paso.
La colocación de SATE en fachadas debe realizarse siguiendo un proceso estructurado que garantice la adherencia, resistencia y efectividad del sistema.
Preparación de la fachada
El primer paso es evaluar el estado de la superficie donde se instalará el SATE. La fachada debe estar en óptimas condiciones para que el sistema se adhiera correctamente.
Limpieza de la superficie
Se eliminan restos de polvo, grasa, moho o pintura antigua. Si la fachada está muy deteriorada, puede ser necesario un chorro de agua a presión.
Reparación de grietas y fisuras
En el caso de que hayan grietas en la fachada se deben de sellar con el mortero adecuado para evitar filtraciones de agua o desprendimientos.
Aplicación de imprimación
Si la superficie es muy porosa o presenta problemas de adherencia, se usa una imprimación que mejora la fijación del aislamiento.
Instalación de los paneles aislantes
Una vez preparada la fachada, se colocan los paneles de aislamiento, que pueden ser de diferentes materiales como poliestireno expandido (EPS), lana mineral o poliuretano.
Fijación con adhesivo y anclajes mecánicos
Se aplica un adhesivo especial en la parte trasera de los paneles y se refuerza con tacos de anclaje mecánico de poliester para mayor seguridad.
Alineación precisa
Es fundamental colocar los paneles correctamente, sin espacios entre ellos, para evitar puentes térmicos que puedan reducir la eficacia del aislamiento.
Refuerzo con mortero y malla de fibra de vidrio
Para dar estabilidad y resistencia al sistema, se aplican varias capas de refuerzo:
Primera capa de mortero base
Se extiende una capa de mortero sobre los paneles para fijarlos y sellar posibles juntas.
Colocación de malla de fibra de vidrio
Se incorpora una malla que refuerza la estructura y evita fisuras por dilataciones térmicas.
Segunda capa de mortero
Se aplica otra capa de mortero para cubrir la malla y alisar la superficie antes del acabado final.
Aplicación del revestimiento final
El acabado no solo protege el aislamiento, sino que también aporta un diseño estético. Existen diferentes opciones:
Revestimiento acrílico
Resistente, flexible y con gran variedad de colores.
Revestimiento mineral
Ofrece un aspecto más natural y permite la transpirabilidad del muro.
Revestimiento cerámico
Aporta una alta resistencia y un acabado moderno.

¿Por qué contar con profesionales para la colocación de SATE en fachadas?
La correcta colocación de SATE en fachadas no solo depende de los materiales utilizados, sino también de la técnica empleada. Un error en la instalación puede reducir drásticamente su eficacia y provocar problemas como desprendimientos, fisuras o filtraciones.
Instalación sin errores
Los expertos aseguran una alineación perfecta de los paneles y una correcta aplicación del mortero y la malla de refuerzo.
Uso de materiales de calidad
Seleccionan los mejores aislantes según el tipo de fachada y las necesidades del edificio.
Cumplimiento de normativas
Garantizan que el sistema cumpla con la legislación vigente en aislamiento térmico y eficiencia energética.
Mantenimiento y cuidados del SATE
Para que la colocación de SATE en fachadas se mantenga en óptimas condiciones durante años, es importante seguir algunas recomendaciones de mantenimiento:
Revisiones periódicas
Inspeccionar la fachada para detectar posibles daños o desprendimientos.
Limpieza regular
Utilizar agua a baja presión para eliminar suciedad sin dañar el revestimiento.
Reparación inmediata de fisuras
Si aparecen grietas o golpes, es fundamental repararlas cuanto antes para evitar filtraciones de agua.
¿Es el SATE la mejor opción para tu fachada?
Sin duda, la colocación de SATE en fachadas es una de las mejores inversiones para mejorar la eficiencia energética de un edificio. No solo reduce el gasto en calefacción y aire acondicionado, sino que también protege la estructura, mejora el confort y revaloriza la propiedad.
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